Un grupo de aproximadamente 10 jóvenes de la Escuela Secundaria de la Universidad de Puerto Rico (UHS) y un estudiante del colegio Saint Francis School, en Carolina, organizaron y convocaron para mañana, viernes, a las 10:00 a. m., el paro del Youth Climate Strike frente al Capitolio para exigir conciencia y colaboración en contra del cambio climático.
La iniciativa surgió en el verano de 2019 cuando algunos estudiantes de la UHS asistieron durante una semana a programas y talleres de activismo de la organización American Civil Liberties Union (ACLU), en Washington, expresó el director de la organización, Tristán Rodríguez Vélez.
Los reclamos y propuestas de estos jóvenes puertorriqueños no se limitan a demandar estado de emergencia por la crisis climática, sino que también exigen la descolonización, un cambio en el sistema económico y acción por parte de la Legislatura, a través de proyectos o resoluciones. Los jóvenes aceptarán que la Legislatura intervenga si trabajan las medidas en conjunto con las comunidades que ayudan al progreso.
“Queremos que las comunidades afectadas tengan una plataforma para expresarse, en vez de ser nosotros quienes llevemos el mensaje, buscamos hacerle justicia permitiéndoles un espacio”, puntualizó Rodríguez Vélez.
El estudiante de la UHS resaltó que le preocupa que en Loíza aún no declaren un estado de emergencia por la erosión, sin embargo, en la zona turística de Ocean Park, Condado, sí lo declararon.
El movimiento ha recibido apoyo de organizaciones como 350.org, Amnistía Internacional, Para la Naturaleza y el Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores.
“Convocamos a la juventud, en particular a los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico, a los alumnos de la UHS y a todos los que nos lean a unirse al Movimiento en el paro del viernes, 20 de septiembre o a estar atentos a los cambios futuros del ambiente”, puntualizó Rodríguez Vélez
Los estudiantes activistas estiman la asistencia de 500 a 700 personas en el paro para el cambio climático, en donde proveerán un espacio para que las personas argumenten y brinden soluciones.
Editado: Marisol N. Nazario Bonilla