La representación estudiantil y claustral de la Universidad de Puerto Rico (UPR) objetó, el 29 de marzo de 2021, ante la Junta de Gobierno de la institución académica, contra las nuevas medidas de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) para el próximo año académico 2021-2022.
Los portavoces explicaron que las medidas de austeridad impuestas por la JSF, tales como los incrementos de matrículas y los recortes a la institución, interrumpen el propósito del centro docente de brindar educación, atender las complejidades del país y contribuir al desarrollo económico y desplazamiento social del pueblo.
“Este plan fiscal al igual que los anteriores, contempla aumentos en los precios de matrícula que no se ajustan a la realidad socioeconómica del país ni del estudiantado”, expuso el representante estudiantil graduado, Marcus J. Ramos Cintrón.
La alza de matrícula subgraduada, en el año 2022, será de $145, continuando un patrón a $157, $161, $165 y $169 hasta el 2026, que en diferencia del año 2018, el crédito sólo tenía el valor de $57 dólares. La matrícula graduada, por otro lado, podría aumentar de $6,252 a $7,160 dólares, según Noticel.
Por su parte, la representante claustral, Margarita Villamil Torres, expresó que uno de los principales errores es que quienes administran la UPR no la conocen.
“Estoy totalmente dolida como están muchos universitarios, que en efecto amamos a la institución, ante los recortes que no son de ahora. Aquí se ha cometido un error grave cuando se nombra a una persona que está acostumbrada a trabajar en universidades extranjeras, como en Estados Unidos —no sé si se consideran extranjeras, sino fuera de Puerto Rico es a lo que me refiero—, que no se parece a nosotros”, mencionó Villamil Torres, en entrevista con Pulso Estudiantil.
Los cambios del nuevo plan fiscal no solo repercuten en un aumento de matrícula, sino de cuotas de mantenimiento y tecnología. Incremento que al pasar de los años, tendrá un impacto negativo a la comunidad estudiantil y laboral quienes también se enfrentarán a una disminución mayúscula en las ayudas económicas.
Por su parte, Ramos Cintrón añadió que las medidas de austeridad dificultan el acceso a la educación para personas de escasos recursos.
“El incrementar los precios de matrícula y cuotas en una economía de depresión, un mercado laboral enmarcado en el subempleo y considerando que sobre el 50% de los menores en este país viven bajo el nivel de pobreza es una afrenta en contra de la accesibilidad a la educación y un distanciamiento del proyecto emancipador ideado por este pueblo como instrumento de movilidad social”, enunció el representante estudiantil graduado.
Por otro lado, Villamil Torres sostuvo que cree firmemente que la universidad tiene espacios administrativos que pueden ajustarse sin la necesidad de alzar la matrícula porque, a pesar de que es la solución más rápida y fácil para la administración universitaria, reconoce que no es la más sensata ni saludable.
Aunque el gobernador Pedro Pierluisi Urritia expresó que no contempla una reducción para la UPR en el presupuesto que presentó al organismo, la JSF es quien tomará la decisión sobre la distribución de los ingresos del gobierno.
La docente agradeció y alentó a los estudiantes que marcharon, el 14 de abril de 2021, para fomentar una educación accesible, por tener la valentía de “salir a la calle”.