Con el fin de poder acoplarse a la vida cotidiana, Kristal Collazo García, una joven no vidente recién egresada a la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Río Piedras, camina acompañada de un perro guía que pasa de ser un detector de obstáculos a un evasor de estos.
El 21 de julio es el Día Mundial del Perro, una fecha de celebración para muchas personas quienes consideran importantes a sus amigos peludos. En el caso del Collazo Garcia, y en muchos otros, un perro también es ayudante de servicio.
Un perro guía no es lo mismo que uno de apoyo emocional; se diferencian en que el guía cumple con entrenamientos y certificaciones. Por ejemplo, Regina, la guía de Collazo García, se encarga de identificar asientos vacíos, entradas, filas, personas, rampas, escaleras, ascensores, entre otros objetos y caminos. Estas especificaciones tienden a variar debido a la necesidad del dueño.
“Mi perra guía me ha ayudado a maximizar mi tiempo e independencia dentro de mi recinto tan caótico”, comentó la jerezana.
Utilizando el bastón, con los cambios rutinarios y estructuras arquitectónicas a través del recinto, la joven se tardaba en llegar a sus clases, una vez adquiere a la perrita, llega a tiempo y hasta antes de que comience la clase.
La recién egresada, también ha notado una disminución en el acoso desde que tiene el perro guía. La jerezana toma el tren desde Bayamón hasta Río Piedras, en este trámite ha enfrentado altercados, sin embargo, desde que cuenta con la perrita estas han disminuido porque las personas ven a Regina como una perra de defensa más que de servicio.
Por otro lado, tener un perro guía implica una responsabilidad tanto para el dueño como para las personas que interactúan en la calle con el animal, según detalla Collazo García.
En Puerto Rico, es frecuente ver que personas en la calle quieran tocar, sobar y llamar la atención de los perros que se encuentran en su camino sin el consentimiento de sus dueños. Sin embargo, estas interacciones complican las funciones de los perros guías que deben estar alertas en todo momento; estas actividades desenfocan al perro de su trabajo y pudieran poner la vida del dueño en peligro.
Otro error que suelen cometer los peatones es intentar alimentar a los perros guías que no tienen su arnés de trabajo; estos animales cuentan con una dieta estricta para poder realizar sus funciones, por lo que no deberían alimentarlos personas que desconozcan su régimen estricto de comida.
El proceso de adaptación y entrenamiento de los perros guías comienza en sus primeros meses de vida. Durante este periodo, cuentan con un horario para comer, dormir, y entrenar.
Cuando una persona con diversidad funcional necesita adquirir un perro guía, se le enseña a caminar con el perro, depender de él, y adaptarse a su presencia.
La experiencia del día a día se trastoca cuando una persona cambia el bastón por un perro, según la joven no vidente. El bastón le permite a una persona llegar al obstáculo y ahí decidir qué hacer, pero por otro lado, el perro guía se encarga de evadir el obstáculo antes de llegar.
Para las personas ciegas, es inconveniente cruzar la calle y encontrarse con un vehículo mal estacionado, u obstruyendo una rampa o camino. Evitar estas prácticas, entonces, recae sobre las personas videntes y la sociedad.
“Sus actos cotidianos pueden dañar por completo mi día y ustedes ni siquiera se enteran, porque somos los héroes que los medios de comunicación se han encargado de santificar”, lamentó Collazo García.
Luchas de la población no vidente
En los medios, según la joven universitaria, se romantizan a las personas ciegas como superadas pese a su condición. Sin embargo, las personas no videntes prefieren concebirse como personas que tienen una limitación física; no implica que desarrollan sus otras capacidades sensoriales más que una persona vidente. Simplemente, prestan más atención a esos estímulos que sí pueden percibir.
Por otro lado, ser ciego es una discapacidad, definida como una disminución o carecimiento físico, sensorial o psíquico, mientras que un padecimiento se refiere a la acción de sufrir una enfermedad. No se padece de ceguera, y cuando las personas confunden estos términos, resultan ofensivos para la comunidad ciega, ya que tener una discapacidad o limitación no atenta contra el estado de salud.
Para Collazo García, es importante que las personas se eduquen y no le compliquen la vida a ella ni a su perro guía.
Cuando otros estudiantes llevan sus mascotas al recinto riopedrense y no los tienen amarrados, estos comienzan a oler a la perrita de servicio y terminan distrayéndola, lo que dificulta su asistencia a la jerezana. El problema no es llevar a la mascota, sino el tenerle suelto.
Otro problema concurrente es que no se ha normalizado la idea de perros guías y servicio asistido por animales en la Isla. Por esta razón, las personas no videntes enfrentan inconvenientes a la hora de comer en un restaurante donde, usualmente, se les pide que coman afuera.
También, Collazo García explicó qué la población general percibe como maltrato cuando el dueño corrige a su perro porque se confundió o hizo algo mal cuando, en realidad, es la forma correcta para interactuar con los perros guías.
Ante una falta de concientización referente a las personas con discapacidades, existe la idea errónea de que estos siempre necesitarán la ayuda de personas videntes.
En realidad, para Collazo García, lo que necesitan es que las personas se eduquen sobre el tema y normalicen que, aunque en este caso se habla de la ceguera, este grupo de personas solo busca inclusión.
La población no vidente no quiere ser vista como un ejemplo de superación porque toman transportación pública o por culminar un grado académico, sino que prefieren ser vistas como personas que sienten y que han aprendido a vivir su vida con todo a pesar de los obstáculos, estableció la jerezana.
La joven no vidente cuenta con un podcast titulado “Una mirada distinta”, disponible en todas las plataformas digitales. Cada jueves, publica información para toda persona interesada en educarse para interactuar con la población ciega.
En su podcast, hay episodios en los que discute las ventajas y desventajas de ser una persona ciega, las palabras correctas para referirse a esta población, y las preguntas incómodas a las que la joven se ha expuesto.
Regina ejerce su trabajo de perra guía para Collazo García; ambas saben lo que hacen y están preparadas para desenvolverse por la vida. Por su parte, las personas que están a su alrededor deben educarse sobre cómo interactuar alrededor de una persona ciega con perro guía en lugar de complicar una situación ya delicada.