Un grupo de estudiantes de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Mayagüez creó pequeñas esferas hechas con “tecnología verde” que remueven del mar el componente químico oxibenzona, proveniente de los bloqueadores solares y que se adhiere a los corales y tejidos de diversos organismos.
El hallazgo fue producto de una investigación subgraduada en que participaron 14 estudiantes, entre ellas las recién graduadas Gabriela Cruet, Ana Zapata, Fabiola Álvares y Carol Mercado, quien aún es estudiante subgraduada. El equipo ideó la tecnología con la dirección y el adiestramiento del investigador Víctor Fernández Alos quien es investigador de oceanografía química en el departamento de Ciencias Marinas en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
El producto de la investigación se remonta a 2017, cuando por primera vez el grupo de estudiantes produjo unas pequeñas esferas cuyos componentes removían contaminantes emergentes del mar. Son compuestos químicos que llevan décadas acumulándose en la costa, pero que hace apenas 40 años se desarrolló la tecnología para detectarlos, según Fernández Alos.
La ciencia de la investigación
Las esferas o pellets están compuestos por polisacáridos de chitosán, una versión simple de una de las azúcares más abundantes en la Tierra y que se encuentra en la naturaleza como en las alas de mariposas y en el caparazón de los camarones.
Obtuvieron el componente en la industria en forma de polvo, lo diluyeron en una solución alcalina y produjeron muchas bolitas de gel. Para facilitar su recolección tras verterlas en el mar, les integraron nanopartículas de hierro oxidado para hacerlas magnéticas y recogerlas con un imán.
Previo al paso de los huracanes Irma y María, las estudiantes hicieron un experimento en la playa Escalerita en Rincón donde, en un área delimitada, tomaron varias muestras de agua que contenían residuos de componentes desprendidos del bloqueador solar de una de las colegiales. De vuelta al laboratorio, aplicaron las bolitas en los envases y confirmaron que remueven efectivamente los compuestos químicos disueltos en el agua marina.
“La única vez que las tiramos al mar fue en Cabo Rojo, no funcionó porque los peces se las comieron”, añadió el profesor, quién detalló que las esferas, al estar compuestas por azúcares simples y nutrientes, son como un bizcocho para los pescados.
Asimismo, indicó que los pellets no han sido aplicados directamente en corales por lo que desconocen si, al tener contacto con el coral, les causarán estrés y por lo tanto blanqueamiento. “Para implementarlo se necesita muchos más experimentos y fondos”, añadió Fernández Alos.
El interés por aportar a la protección de los corales surge del creciente riesgo que estos organismos corren por el calentamiento global, detalló el mentor.
“Los contaminantes emergentes hacen que disminuya la resiliencia de los corales para reponerse de las fluctuaciones de temperatura del agua”, indicó el investigador.
Los corales son animales que viven en colonias y forman un esqueleto en el que tienen una relación íntima de interdependencia con unas algas llamadas zooxantelas: las algas le dan energía y color al coral, y el coral le da dónde vivir a la zooxantela.
“El (componente químico) oxibenzona lo que hace es intervenir en esta relación y le dice al coral es que está enfermo, activa su sistema inmunológico y hace que expulse la zooxantela” creando el blanqueamiento, continuó.
La UPR ante el producto
El éxito de la investigación tiene mucho auge internacional desde el 2017 por lo que el sistema UPR decidió patentizar el producto. Desde entonces, empresas europeas, e incluso en el oriente, están interesadas en comprar la patente o comercializar el concepto para proteger sus playas de contaminantes emergentes.
Actualmente, diferentes profesores de Ciencias Marinas (CM) trabajan en una propuesta para Sea Grant en el RUM para desarrollar un programa de divulgación para las escuelas públicas y privadas del área suroeste de Puerto Rico y tal vez las Islas Vírgenes, aseguró Fernández Alos.
“Esperamos que para finales de este semestre tengamos los fondos para comenzar a visitar las escuelas al inicio del próximo año”, añadió el investigador, ya que lo importante para el grupo es salvar las playas y educar a las personas.
Otros profesores que colaboraron en el equipo de investigación fueron Félix Román Velazquez, catedrático de la división de química ambiental del Departamento de Química en el RUM, y el profesor Óscar Perales Pérez, del Departamento de Ciencias de Ingeniería y Materiales.
Reciente aportación legislativa
Ante el peligro que representan ciertos compuestos químicos para los corales, hay un esfuerzo legislativo que busca prohibir la venta de protectores solares que contengan las sustancias oxybenzona y octinoxato. La medida es la PC1997 y fue referida el 25 de febrero de 2019 a cuatro comisiones, según la Oficina de Servicios Legislativos del Capitolio; actualmente se espera la celebración de vistas públicas.
La medida legislativa en proceso da cuenta del estudio Archives of Environmental Contamination and Toxicology que indica que sustancias químicas comunes presentes en cremas protectoras y cosméticos son “altamente tóxicas para los corales juveniles y otros tipos de vida marina”.
La importancia de proteger los corales y biodiversidad que habita los arrecifes radica en que es uno de los ecosistemas marinos que protege las costas de eventos extremos como las marejadas, huracanes y tsunamis.
Editado: Marisol N. Nazario Bonilla