Por: Gabriel Pacheco / MNNB
El miedo de acusar y enfrentar a su acosador es uno de los sentimientos que impera entre algunas estudiantes, víctimas de hostigamiento sexual por parte de un profesor de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Aguadilla. Por la falta de acción en el recinto, varias víctimas encontraron consuelo en los foros anónimos de la red social Facebook y en la creación de un grupo de apoyo.
21 estudiantes que sufrieron de algún tipo de hostigamiento o discrimen sexual por parte del mismo profesor, o fueron testigos del acontecimiento, formaron el grupo en la aplicación de mensajería Whatsapp. Lo que dicen allí, lo callan en foros institucionales por miedo a que el catedrático o sus aliados dentro del recinto atenten contra su futuro académico.
La administración del recinto aseguró que ninguna de las quejas ha sido formalizada, por lo que no se ha podido tomar cartas en el asunto.
Ante el impase, el representante estudiantil ante la Junta Universitaria de la UPR por el recinto de Aguadilla, Jesús Soto Hernández, garantizó que ha sostenido comunicación con al menos diez víctimas y ninguna de ellas ha sometido querella contra sus agresores por miedo a las represalias.
“Las víctimas han hecho serias acusaciones en contra de profesores del recinto por varios años ya, pero el sistema está diseñado para trabajar en contra de ellas. El sistema no entiende su posición. Eso no es un paso fácil, cuando nadie te puede garantizar protecciones en contra de represalias”, comentó Soto Hernández, quien emitió un comunicado oficial para recordar que el recinto ha padecido del mismo mal por más de una década.
Levantan bandera sobre el discrimen por sexo
“Ese día estábamos hablando sobre las religiones y él dijo: ‘había una muchacha, hace varios años, en uno de mis cursos que se sentaba aquí frente a mí. Ella era una pentecostal de esas que no se afeitan ni se maquillan. Para mi desgracia, ella tenía que venir con falda a todas mis clases. Tenía las piernas peludas y cuando alzaba la mano, yo le tenía que ver las axilas llenas de pelo, igual que sus piernas. Mis ojos estuvieron sangrando todo el semestre’. Siempre eran comentarios así de machistas e innecesarios”, sentenció Ana (pseudónimo para propósitos de protección de identidad), estudiante de segundo año en Aguadilla, que se identificó como la portavoz del grupo de WhatsApp.
La estudiante también contó haber sido testigo de un episodio en que el profesor usó de ejemplo a un alumno para argumentar que la homosexualidad era asquerosa, y luego dudó de la sexualidad del alumno, quien se identificó como heterosexual, al decirle “perdóname, pero es que tú pareces gay”.
El administrador de la Oficina de Título IX, Miguel Arocho Plaza, encargado de tratar los casos de discrimen en la institución, lamentó la situación, pero afirmó que ninguna de las víctimas ha ido a su oficina para radicar una querella.
“Cualquier estudiante que se sienta amenazado y necesite protección tiene que venir a la Oficina de Título IX e identificarse a sí mismo y a su agresor para comenzar el proceso. El problema con la anonimidad es que ningún proceso formal puede hacerse anónimamente”, acotó Arocho Plaza.
Ana, quien cursaba su primer año universitario al momento de los incidentes, indicó que desconocía de la existencia del Título IX hasta que el Consejo General del Estudiantes (CGE) le informó de su existencia este año. A su juicio, su única alternativa era someter una queja en el Departamento del Humanidades –de la cual desistió por temor a que su agresor se enterara y tomara represalias–.
Denuncian patrón de hostigamiento sexual
Otras dos estudiantes denunciaron que el mismo profesor las hostigó sexualmente durante su primer año en la Universidad y no sometieron una querella en la Procuraduría Estudiantil porque desconocían de los recursos institucionales a su servicio.
“Me llegó a preguntar si tenía novio. Yo respondí que no, luego me preguntó si me importaba la diferencia de edad. Una amiga comenzó a defenderme, a lo que el profesor respondió: ‘Ay, déjame divertirme un rato con ella’. Dijo que mis padres me botarían de la casa si llegaba con él allí porque es mayor de edad, pero que deberían sentirse honrados porque él se fijó en una estudiante de primer año. Habló de sus conquistas universitarias y dijo que una le recordaba a mí, porque era igual de linda e inteligente que yo. También, hablaba de que se masturbaba y que eso no era malo, como las religiones lo estipulaban”, relató una estudiante de segundo año del Departamento de Estudios Hispánicos sobre lo sucedido el pasado año.
“Un día fui a excusarme por haber faltado a la clase pasada. Traté de hablarle desde mi silla, pero en todo momento me ignoró. Fui a su escritorio y mientras le hablaba solo miraba mi pecho, en ningún momento me miró a los ojos. Él se hacía como si no me escuchara para que me doblara a hablarle y claro, como mi camisa era V-Neck, se me veía el escote. Tuve que taparme con una libreta y entonces fue que me miró a los ojos. Me sentí incómoda y avergonzada”, recordó otra estudiante de segundo año del Departamento de Inglés sobre el incidente que vivió a manos del mismo profesor de Humanidades el semestre pasado.
La procuradora estudiantil del recinto, Frances Figueroa, lamentó las alegaciones, pero indicó que la falta de quejas formales le impiden confirmar o negar, de forma categórica, este patrón en los estudiantes de primer año. Aunque no pudo suministrar evidencia de ello, también sugirió que los reportes que debe someter su oficina anualmente no reflejan que haya una alta incidencia de hostigamiento sexual en el recinto aguadillano.
En noviembre del 2017, un grupo de investigadores del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) sometieron un informe que reveló que solo una cuarta parte del estudiantado conoce de los recursos institucionales disponibles para lidiar con el hostigamiento sexual en ese recinto. Con un 4 por ciento, esta población también es la menos que radica querellas.
Del mismo reporte se extrajo que “tanto las respuestas de los participantes en las preguntas cerradas como en la pregunta abierta sugieren una desconfianza en la administración para atender los incidentes de manera confidencial, adecuada y satisfactoria desde la perspectiva de la víctima”, por lo que se desprende que sus homólogos en el recinto aguadillano puedan desistir de someter querellas.
Figueroa se sostuvo que “sin estadísticas, no podemos conocer la incidencia o identificar las vulnerabilidades de nuestra comunidad universitaria”, quien no quiso comentar sobre lo que ha escuchado de manera informal en el recinto.
Aún así, informó que el equipo que comanda, desde principios de este mes, ha comenzado a visitar las clases de “Taller de Vida Universitaria” para educar sobre los servicios que ofrece su oficina y la de Título IX a los estudiantes de nuevo ingreso.
Someterán la primera querella formal
Ante la falta de querellas formales, Soto Hernández, quien presenció algunos de los mismos actos durante el semestre pasado, se quejó contra el profesor Fernando Neris Flores del Departamento de Administración de Empresas, indicó el presidente del CGE del recinto, Carlos Acevedo Estrada.
“El tema se trajo a colación en los asuntos nuevos de la última sesión del Senado Académico. Jesús [Soto Hernández] decidió someter querella para que la procuradora estudiantil pueda comenzar una investigación”, acotó Acevedo Estrada, quien estuvo presente en la reunión celebrada el 18 de septiembre.
No será hasta mañana, miércoles, cuando Soto Hernández formalice la querella contra Neris Flores, que la procuradora estudiantil podrá comenzar a investigar las alegaciones.
El informe sobre la reunión indicó que Soto Hernández también presentó una moción para que la procuradora estudiantil comenzara una investigación contra el profesor Charles Alberro Peverini del Departamento de Humanidades. Aunque no adelantó que presentará querella contra Alberro Peverini, el representante estudiantil espera que las otras víctimas lo hagan pronto.
La rectora interina, Ivelice Cardona Cortés, quien lideró la sesión, acogió una petición del Senado para que “tome cartas en el asunto”. Previamente, Cardona Cortés ya había enviado un comunicado a toda el recinto en el que reafirmó su política de Cero Tolerancia al Hostigamiento Sexual y presentó algunas de las medidas cautelares que puede implementar inmediatamente para proteger a los estudiantes que se sientan en peligro.