Estudiantes de Biología en la Universidad de Puerto Rico en Bayamón denunciaron, en las redes sociales, la falta de ventilación y medidas sanitarias en un salón del departamento a los que fueron citados para tomar un laboratorio presencial.
“Me parece indignante que nos cobren cuota de mantenimiento/tecnología y uno vaya a la universidad a exponerse y que los aires no estén funcionando. Tomé un laboratorio de 12:00 pm y salí a las 5:00pm, gente 6 hrs con mascarilla, bata y gafas (sin aire)”, compartió un estudiante en Facebook.
Varios estudiantes alegaron que el problema de la falta de ventilación en los salones inició el pasado 17 de agosto. Sin embargo, el rector del recinto bayamonés, Miguel Vélez Rubio, notificó el pasado martes, 1 de septiembre, la posposición de los laboratorios hasta nuevo aviso ante el retraso de la compañía encargada del arreglo en las áreas bajas de la institución.
En el comunicado de prensa, Vélez Rubio confirmó daños con la planta de agua helada y aire acondicionado en el Complejo de Ciencias y Tecnologías (CCT).
Resaltan ineficiencia administrativa
La UPR en Bayamón ha sufrido deterioros en su infraestructura desde el 2017, tras el paso del huracán María, daños que se extienden durante la pandemia. Además del CCT, hay otros edificios en condiciones precarias, aseguró la estudiante Valeria Rodríguez Rivera a Pulso Estudiantil.
“Luego del paso del huracán María, el Edificio 400 quedó completamente destruido por dentro, el cual cerraron, y hasta el último día que acudí a la universidad [antes de la cuarentena] se mantenía cerrado y sin mantenimiento. A tres años de ese evento atmosférico, el edificio sigue sin ninguna reconstrucción, y sin que los estudiantes puedan utilizarlo”, describió Rodríguez Rivera.
La estudiante confirmó que Rectoría aún no ha implementado las medidas necesarias para renovar estructuras que no arriesguen la salud y el desempeño académico del estudiantado.
Aparte de la preocupación esbozada por los estudiantes acerca de los salones inhabitables por falta de ventilación, muchas de las expresiones enfatizaron que no vale la pena costear cursos que se impartirán en edificios dañados.
“Cuando tomé el laboratorio que me correspondía, no pudimos llevar a cabo el experimento que realizaríamos, pues no le habían dejado al profesor los instrumentos necesarios para que pudiéramos realizar el mismo. Porque, ¿cómo es posible que el estudiantado pague una cuota de mantenimiento, y tengan que tomar laboratorios bajo condiciones infrahumanas?”, comentó Rodríguez Rivera, quien forma parte del Departamento de Pedagogía del recinto vaquero.
Al momento, no se ha contactado al Consejo General de Estudiantes (CGE) de la unidad para denunciar la situación. Asimismo, Rectoría aún no ha informado al estudiantado si los laboratorios continuarán de manera presencial en otro edificio o de manera virtual.