Cada semestre, los estudiantes se ven atrapados entre asuntos incontables: tomar clases, trabajar, manejar extracurriculares, disfrutar relaciones interpersonales, involucrarse en trabajo de voluntariado o trabajo político, entre otros.
Parece que, con tanto que hay que hacer, es difícil crear un balance. En ciertos momentos, la productividad simplemente deja de existir a favor del descanso, pero ¿hasta dónde uno puede descansar? Te daremos algunos consejos para asegurar que empieces este próximo semestre bien:
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Las prioridades son esenciales
Si no tienes una orden de importancia para las cosas que tienes que hacer, seguramente fracasarás en algún momento. A menudo, las personas suelen hacer lo que les parece más cómodo primero, y dejan para luego lo que es mentalmente drenante.
La realidad del asunto es que cada actividad que haces requiere energía. Hay personas que tienen más energía por la mañana, y hay otras que son nocturnas. Si uno gasta la energía que uno tiene en actividades que tienen un límite de tiempo próximo, luego no habrá energía para llevarlas a cabo.
Amit Sood del Mayo Clinic sugiere hacer las actividades más difíciles cuando tienes más energías, y dejar las que requieren menos esfuerzo para otros momentos. Forzar el cuerpo a hacer actividades difíciles con poca energía y motivación de forma consistente puede llevar al desgaste mental y físico.
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No subestimes el poder del descanso
Muchos estudiantes han dominado el acto de «tirarse all-nighters», que significa hacer una tarea extensa o estudiar para un examen la noche antes. Suelen sacrificar sus horas de descanso, sin tomar en cuenta la energía que requieren las actividades del próximo día. Andar sin descanso puede provocar menor rendimiento físico, accidentes, y capacidades cognitivas limitadas. A pesar de haber terminado el trabajo puntualmente, los estudiantes sacrifican su salud y arriesgan su bienestar a cambio.
Sin embargo, para poder separar tiempo adecuado para descansar, es necesario mantenerlo como prioridad. Organizar el tiempo, entonces, es imprescindible.
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No puedes hacerlo todo
Parte de establecer prioridades es abandonar ciertas actividades por otras que son más importantes. La realidad es que la mayoría de los jóvenes desperdician tiempo en actividades que no aportan nada a su crecimiento. El ocio es muy importante, especialmente cuando las personas tienen demasiado estrés y necesitan descansar. Incluso, para las actividades creativas, el ocio es esencial en el proceso de ideación.
Lo importante, entonces, es abandonar actividades de ocio que no son necesarias y añaden poco valor a la vida, especialmente cuando hay otras prioridades por atender. Por otro lado, es difícil atender muchas actividades estresantes a la vez. Si te has dado cuenta que no te sobra tiempo para el autocuidado, descanso, y comer apropiadamente, quizás deberías evaluar si es posible reducir las prioridades.
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No lo dejes para el último momento
Esto va de la mano con el consejo de las prioridades, pero merece un espacio aparte. Todo estudiante conoce las consecuencias y las ha vivido. No seas masoquista. Además, recuerda que, en el futuro, muchos jefes no tolerarán el trabajo hecho a último momento. Hay trabajos que requieren consistencia y trabajo hecho poco a poco. Sería ideal adquirir esta habilidad lo más temprano posible.
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Bájale al «jangueo»
Estamos pagando miles de dólares por un semestre desde el aumento de matrícula en estos últimos años. Es difícil costear los estudios, y estudiar se hace un mayor sacrificio cada día. Dicho eso, ¿vale la pena desperdiciar tiempo que podrías usar para estudiar en un «jangueo» cotidiano? No, y nadie quiere repetir un curso que se pudo haber aprobado con buena nota. Como ya se planteó previamente, el tiempo de ocio es importante, y por lo tanto, salir a «janguear» tiene su grado de prioridad, pero la realidad habla por sí sola: la Beca Pell solo dura 6 años, pero el «jangueo» permanecerá aún después que te gradúes.
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Motiva tus amigos a la productividad
Es posible redefinir tanto nuestras vidas como la de los demás. En vez de apostar por salir o gastar dinero, si hay otras prioridades, puedes compartir tiempo con tus amigos estudiando, colaborando en proyectos, o dándose apoyo moral. De esta manera, siguen compartiendo, pero logran mantener las prioridades al día. Luego, pueden salir a «janguear» sin preocuparse porque ya lo importante está hecho.
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Recuerda por qué elegiste este camino
Para muchos estudiantes, es la primera vez que alguien en la familia próxima va a la universidad o tiene el potencial de culminar un grado académico. Esto simboliza un acto poderoso: la oportunidad de mejorarse a través del conocimiento y de adquirir un empleo. En otras palabras, es una oportunidad privilegiada, y no debe ser menospreciada. Terminar la carrera vale la pena, y eso debe servir como regla para mantener la disciplina del estudio. Claro está, cada cual estudia y termina su carrera a su paso, según las condiciones que actualmente enfrentan y sus limitaciones. Más allá del prestigio, también es una oportunidad para usar ese conocimiento y aplicarlo para mejorar la vida de los demás, ya sea en programas de acción social, voluntariados, o en gestiones comunitarias.
KMCV