Por: Alondra N. de Jesús Colón
Siempre que hablo de la profesión que quiero ejercer en el futuro o de que estoy estudiando en la IUPI, surge la misma pregunta: “¿Te veré en televisión?”. Y, a pesar de lo repetitiva y molesta que se ha vuelto, siempre encuentro la manera de responder con la mayor calma posible. Al principio, les seguía la corriente con una sonrisa. Disimulaba el enojo que me daba la poca información que tienen sobre el campo de la Comunicación, y el poco interés que tenían en saber más allá. Pero el verdadero problema nunca erradicó de lo que ellos sabían, sino en lo que no se había dicho antes.
Aprendí que, como comunicadora, debo ser yo quien diga que en la Comunicación no todo es Periodismo. Que lamentaba la manera en la que se habían imaginado mi futuro, pero yo no deseaba ser periodista, sino que mi ente estaba en las Relaciones Públicas y la Publicidad. No he visto una cara sin desilusión luego de que esas palabras salgan de mi boca, pero si somos honestos, las Relaciones Públicas y la Publicidad están en todas partes. En el televisor, en nuestros teléfonos y en todo lo que nos rodea. Sin querer, vemos, respiramos y comemos Publicidad. Es parte de nuestro diario vivir, y afecta cada una de las decisiones que tomamos a diario. Por eso, me molesta tanto la percepción y cómo se subestima.
En ocasiones, he deseado cuestionar sus decisiones y preguntarles por qué decidieron ir a ese supermercado y no al de la competencia o por qué tienen un iPhone y no un Samsung, pero mostrarles la importancia de la Publicidad no va a hacer que mi punto sea más claro, sino que también me desviaría de la verdadera razón de mi problema. Comunicación es Periodismo, Audiovisual, Relaciones Públicas, Publicidad y todas las cosas que vienen consigo. Es por eso por lo que, cuando me preguntan qué estudio, digo que estoy en la Escuela de Comunicación del primer centro docente del país, especializándome en Relaciones Públicas y Publicidad, otra rama de la Comunicación.
Editado: Melanie Paola Franco Marrero