La Tuna Bardos del Recinto de Río Piedras y la Centenaria Banda Colegial del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) son dos de las agrupaciones musicales que modificaron sus metas artísticas ante el reto de continuar su labor durante la pandemia del COVID-19.
Las restricciones salubristas, que prohíben la aglomeración de público y los juntes musicales, llevaron a la cancelación de proyectos que los músicos tenían pautados para el Año Académico 2020-2021.
Ambas agrupaciones han optado por la comunicación en línea para continuar sus prácticas y participar de actividades virtuales para compartir su arte.
Banda Colegial y sus retos pandémicos
La Banda Colegial, luego de su participación en el Desfile de las Rosas en California, ensayaba un nuevo espectáculo para las Justas de la Liga Atlética Interuniversitaria de Puerto Rico (LAI) cuando la llegada del coronavirus cambió los planes.
“Los integrantes de la Banda Colegial estábamos en un semestre crítico porque se celebran las Justas LAI y, como partícipes del evento, presentamos nuestro field show, que requiere mucho tiempo previo de preparación y, sobretodo, ensayos para lograr la coordinación que se quiere”, afirmó Pedro Vega Casiano, Drum Major de la banda.
Sin embargo, la agrupación mayaguezana participó en actividades virtuales; entre ellas, se destacó el encendido navideño de su recinto.
“Cada agrupación preparaba una grabación de algunas interpretaciones para ser presentadas, y esto, pues, consumía algo de tiempo porque se tenía que planificar de antemano”, explicó Vega Casiano, añadiendo que debían decidir cómo grabarían y quién realizaría el montaje de audio y video.
Además, integrantes de la banda participaron de una exhibición virtual con la Intercollegiate Marching Band en el halftime del juego final de fútbol americano universitario en los Estados Unidos.
“Este semestre se espera poder realizar la misma dinámica e, incluso, realizar cosas adicionales con pequeños conjuntos o una porción de la agrupación, y poder llevarle todo ese arte al público. Y [que] sepan que, a pesar de las limitaciones que hay por las circunstancias llevadas a cabo, las agrupaciones siguen estando activas representando [el recinto]”, resaltó el Drum Major.
Tuna UPR y la integración de nuevos músicos
Por su parte, Alondra Méndez Quiñones, Tuno Mayor de la Tuna Bardos UPR, manifestó que pasaron por muchos retos; lo más difícil, según la música, fue instruir a los nuevos integrantes.
“En agosto 2020, entraron integrantes y teníamos que enseñarles un repertorio desde cero y enseñarles la tradición tuneril virtualmente; esto es un trabajo súper difícil, sin embargo, no imposible. Todos los integrantes han tenido que poner de su parte para practicar por su cuenta y mantenernos siempre en comunicación con el grupo para asegurar que seguimos ensayando y trabajando por la Tuna”, explicó Méndez Quiñones.
Aún así, la agrupación pudo realizar, en diciembre, un concierto virtual para celebrar el “Rumbo al 60 aniversario” de la Tuna.
El recinto riopedrense les permitió utilizar las facilidades universitarias para ensayar y grabar el concierto, cumpliendo con las debidas precauciones y protocolos de seguridad.
“Esa experiencia fue hermosa y estuvo brutal porque pudimos entrar al recinto […] muchos de los que entraron a la tuna eran de primer año, entonces tuvieron la oportunidad de ver el recinto, entrar al centro y al teatro”, destacó la Tuno Mayor.
Este semestre, la Tuna UPR ensaya de forma híbrida hasta que las circunstancias permitan un encuentro presencial.
Mientras tanto, la Banda Colegial planifica realizar actividades, con un pequeño grupo de músicos, para el público general.
Para más información sobre las agrupaciones musicales puede acceder a las páginas de Facebook de la Banda Colegial y de la Tuna UPR.