Hace 19 años, se llevó a cabo la marcha Paz para Vieques a la cual asistieron más de 150,000 personas, convirtiéndola en una de las manifestaciones más concurridas en la historia del país.
Ese 21 de febrero de 2000, miles de personas vestidas de blanco se lanzaron a las calles para protestar la presencia de la Marina de los Estados Unidos en la isla municipio de Vieques, logrando cerrar el expreso Las Américas.
El expreso Las Américas fue paralizado ayer, lunes, nuevamente, esta vez por más de un millón de personas reclamando la renuncia del gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló Nevares.
El geógrafo, planificador e interpretador de imágenes aéreas Jardany Díaz Santiago había estimado la presencia de más de 500,000 personas en la masiva manifestación a eso de las 4:00 p. m. Sin embargo, el reconocido DJ King Arthur, quien es ingeniero, aseguró que esa cifra fue multiplicada, estimando entre 778,300 y 1,167,400 personas, lo que depende del espacio que hubo entre cada uno. Esta cifra es sin incluir aquellos que se encontraban en las áreas verdes alrededor del expreso o debajo de los puentes.
El Paro Nacional formó parte de una intensa jornada de manifestaciones tras la publicación de 889 páginas por el Centro de Periodismo Investigativo del polémico “chat” de Telegram entre el gobernador y 11 miembros de su equipo de trabajo más cercano, donde se discutía política pública y partidista.
En el “chat” también quedaron evidenciadas varias incidencias en las que se ordenaba perseguir y manchar la reputación de opositores políticos y funcionarios federales, y manipular la opinión pública a través de encuestas. Además, abundaban las burlas machistas, homófobas y misóginas, y comentarios insensibles sobre la crisis de cadáveres en Ciencias Forenses y la muerte de figuras políticas como Carlos Gallisá y Marta Font.
Sin embargo, las manifestaciones no fueron incitadas únicamente por las polémicas expresiones hechas en el grupo de mensajería instantánea, sino que el reclamo también surgió en respuesta a los diversos arrestos y las acusaciones criminales por las autoridades federales en contra de funcionarios y contratistas bajo la actual administración.
Al momento, se están llevando a cabo varias investigaciones federales.
Editado por: Marisol N. Nazario Bonilla